Calculadora para desconectar de las redes sociales

Las redes sociales son un fenómeno siempre presente. En 2015, un estudio de Deloitte reveló que los estadounidenses revisan sus teléfonos 8000 millones de veces al día en total. Es fácil suponer cómo aumenta esa cifra cada año a medida que los teléfonos inteligentes se convierten en una parte aún más integral de nuestras vidas.

La mayoría de las veces, nuestros teléfonos envían un montón de notificaciones a nuestras pantallas, demandando nuestra atención. Si decidimos sumergirnos en el mundo de las redes sociales, probablemente pasaremos allí más tiempo del que nos gustaría: estos sitios web están diseñados para mantenerte allí el mayor tiempo posible. Sin embargo, este tiempo rápidamente empieza a acumularse.

Como con los cigarrillos, una sola pausa para usar las redes sociales no hace mucho daño. Pero una vez que fumas un paquete entero, las repercusiones en la salud y en tu economía empiezan a acumularse. En el caso de las redes sociales, esto equivale a muchas horas de tiempo perdido. Muchos nos preguntamos cómo se puede utilizar ese tiempo de forma más productiva. Tenemos la respuesta.

En nuestra calculadora para desconectar de las redes sociales, puedes comprobar cuánto tiempo pasas en las redes sociales cada día, semana, mes y año.

El tiempo es oro, y puedes emplearlo de forma mucho más productiva. Hay montones de cosas que puedes hacer en lugar de pasar horas haciendo con tu celular. Hemos elegido un par de ellas que demuestran lo mucho que puedes conseguir si dejas las redes sociales ahora.

Proporcionas el número de pausas de las redes sociales durante una hora y el tiempo medio que pasas en cada pausa. Respondemos a cuánto tiempo pasas acumulado en las redes sociales y cómo puedes utilizarlo.

Traducimos esas horas en libros leídos, calorías quemadas y el tiempo necesario para dominar una habilidad. Encontramos fórmulas y constantes que nos ayudaron a transformar el tiempo en cosas hechas, por ejemplo, los minutos necesarios en promedio para leer una página de un libro o el equivalente metabólico de una tarea, que mide la energía necesaria para realizar una actividad como correr o levantar pesas. Averigua cuántas calorías puedes quemar levantando pesas en nuestra calculadora de calorías quemadas levantando pesas 🇺🇸. ¡También puedes emplear el tiempo que te ahorras con nuestro sitio web, aprendiendo sobre cálculos interesantes!

Solo un par de descansos de cinco minutos cada hora son cientos de horas al año. Reduces a la mitad el tiempo que pasas en las redes sociales, y aún te queda tiempo de sobra para leer, correr o ganar dinero. Es más fácil decirlo que hacerlo, así que tenemos un par de consejos para ayudarte.

Desconectarse de todas tus aplicaciones es difícil. Al fin y al cabo, es el lugar principal para ponerte en contacto con tus amigos. Pero al menos puedes reducir en un 75 % el tiempo que pasas en las redes sociales sin ningún efecto secundario (perder el contacto con tus allegados); solo tienes que evitar consumir su contenido sin pensarlo.

Desactiva todas tus notificaciones.

Y hazlo al instante. No hay nada que te dé más ganas de coger el teléfono y abrir Facebook o Instagram que un aviso de que un amigo común de tu colega ha comentado una publicación.

Las aplicaciones quieren tu atención, y las notificaciones son la mejor forma de conseguirla. Y si las abres, puedes encontrarte 20 minutos después todavía en Facebook. No leyendo un libro o trabajando.

En julio de 2017, la revista WIRED escribió que las notificaciones quitan a los usuarios el control del teléfono. En cierto sentido, dictan con qué frecuencia debes utilizar tu teléfono, no tú.

Así que ve a "Ajustes" e intenta desactivar las notificaciones de tantas aplicaciones como sea posible. Deja activadas solo las que sean esenciales, como mensajería, teléfono y correo electrónico. Todo lo demás es una pérdida de tiempo.

Elimina las aplicaciones innecesarias

Puede que algunos sigan sintiendo la necesidad de revisar las redes sociales de vez en cuando, incluso con las notificaciones desactivadas. El remedio es sencillo: elimina las aplicaciones a las que te sientas adicto.

¿Cuántas veces es tu instinto abrir la aplicación de Facebook o Twitter mientras vas al trabajo o esperas a alguien? No solo te quita tiempo (que puedes emplear mejor), sino que además hace que tu mente sea menos sofisticada.

¿De verdad necesitas tener todas tus redes sociales disponibles con solo mover un par de veces el pulgar?

La mayoría de las redes sociales también están disponibles en las computadoras de escritorio. Probablemente, no pasará nada si solo las utilizas en casa.

Utiliza tu teléfono más a menudo

Hace mucho, mucho tiempo, los teléfonos móviles se utilizaban principalmente para llamar. Si querías hablar con un amigo o un familiar, simplemente marcabas su número. Los mensajes de texto y otras aplicaciones de mensajería han cambiado el panorama de las interacciones sociales.

Pero enviar mensajes de texto puede ser adictivo. Cada vez que recibes un mensaje, tu cerebro libera una hormona llamada dopamina, que te proporciona placer instantáneo. ¿Te resulta familiar? Te encanta ese sonido de notificación y la visión de alguien escribiéndote un mensaje, ¿verdad? De hecho, te encanta esa inyección de dopamina que le sigue. Esperas la respuesta de alguien y te lanzas a otra conversación. Hablas de cosas diversas y te pasas horas hablando con la gente sin que pase nada.

Llamar también puede llevarte mucho tiempo, pero es mejor oír la voz de otra persona si tienes cosas importantes que decir. Sé realista.

Guardar silencio

¿Has intentado alguna vez evitar cualquier interacción en las redes sociales? ¿Nada de videos, ni fotos, ni mensajes de texto, ni publicaciones? Puede ser saludable alejarse del teléfono y de la computadora durante un tiempo.

Hazlo durante un día, quizá solo un par de horas. Pronto te darás cuenta de todo lo que puedes conseguir sin todas esas aplicaciones molestándote.

Activar el "modo silencio" te da una perspectiva que rara vez tienes cuando miras constantemente las redes sociales. Puede que se convierta en un hábito abrir todas esas aplicaciones solo una vez al día.

No te desanimes

El principio es duro; puede que tengas éxito en tu lucha contra el impulso de revisar tu teléfono solo durante un par de horas, y luego te encuentres reinstalando todas las aplicaciones a la mañana siguiente. Es natural que cortar con algo tan incrustado en tu vida cotidiana pueda resultar difícil.

Si no puedes mantener tu objetivo, intenta siempre volver a él.

Si quieres dedicarte a la lectura, puede que nuestra calculadora de velocidad de lectura 🇺🇸 y nuestra calculadora de tiempo de lectura te resulten útiles para evaluar tus habilidades lectoras en términos de lo rápido que puedes terminar un libro o cualquier artículo de lectura. También puedes explorar nuestra calculadora de desafío de lectura 🇺🇸 para realizar una actividad emocionante.

Las redes sociales tienen muchas ventajas. Podemos hablar fácilmente con nuestros amigos, saber al instante lo que ocurre en el mundo, encontrar personas con las que compartimos los mismos intereses e incluso enamorarnos.

Pero las redes sociales tienen un lado diferente, mucho más oscuro. Muchos estudios se centran en cómo afectan las redes sociales a nuestro cerebro, nuestras relaciones y nuestra productividad. Y las conclusiones son principalmente negativas.

Los investigadores han demostrado que nuestro cerebro se comporta de la misma manera cuando utilizamos las redes sociales que cuando bebemos alcohol o fumamos un cigarrillo.

Según el canal de YouTube AsapSCIENCE, el cerebro humano que se estimula constantemente revisando las redes sociales se reconfigura en una dirección peligrosa.

Las personas pegadas a sus teléfonos son mucho peores al realizar tareas simultáneas, sin ningún beneficio para su capacidad de realizar una sola tarea. Los problemas de concentración y la adicción a las redes sociales van de la mano.

También es mucho más difícil concentrarse en conversaciones reales cuando hay un montón de ellas en Internet. ¿Cuántas veces has visto a una pareja en una cita mirando sus teléfonos y no el uno al otro? ¿Quizá tú también seas culpable de eso?

Las redes sociales disminuyen nuestro autocontrol. Los estudios también han demostrado que las personas adictas a las redes sociales son más propensas a gastar y comer por impulso. No es difícil darse un atracón de compras después de ver todas esas vidas perfectas en nuestras pantallas.

En resumen, somos peores en el trabajo, en las relaciones y en la toma de decisiones.

Utilizar Facebook o Instagram no requiere mucha energía. Basta con encender el teléfono o escribir la dirección en el navegador. Ansiamos la información que está dentro de los perfiles y los muros.

Y cuando algo es fácil de conseguir, rápidamente se convierte en una segunda naturaleza. El alivio llega rápido cuando te enteras de todo lo que ha ocurrido mientras estabas desconectado, aunque solo haya sido hace cinco minutos.

Estos sitios web también utilizan algoritmos que rastrean todo aquello con lo que has interactuado para alimentarte de contenido. ¿Por qué no querrías quedarte más tiempo si sigues viendo temas que te interesan?

Otros estudios, citados por The Guardian, comparan las redes sociales con los juegos de azar. Cada foto, enlace o publicación compartida es una apuesta sobre cuántos "me gusta" se pueden conseguir. Es un juego sin éxito garantizado, y eso empuja a la gente a utilizarlo.

Además, liberamos mucha más dopamina cuando hablamos de nosotros mismos, que es, de hecho, la esencia de las redes sociales.

Todo eso hace que las redes sean tan adictivas y peligrosas.